LA TRAICION CONSUMADA

Hay un instante, incierto y fatal, en que la conciencia del hombre elige traicionar (traicionar la confianza que en él se ha depositado, traicionar el cuerpo de otra persona, traicionar la inocencia). En ese instante compromete su vida y la de quien traicionará. En ese instante la libertad y la voluntad tiran fuerte de la cuerda que liga al "bien". La traicón es una entrega, un asco moral, un abuso de la confianza, quien traiciona entrega inerme al traicionado, la traición medra en la confianza de la vícitima. Y es además un ruin gesto de ingratitud. La traición paga con la vileza la confianza recibida. Desde cualquier perspectiva, la traición es una estafa. Y una injusticia. ¿PORQUÉ UN HOMBRE TRAICIONA? El traidor es un entregador, un sicario de la confianza, un traficante de mala fé. El traidor es un sujeto oscuro, porque a oscuras se consumen las traiciones. El traidor es un "hombrecito" clandestino, porque sólo en la clandestinidad encuentra el coraje para traicionar. No se trata de entender al traidor, se trata de entender la traición observándola desde las heridas que deja en la víctima. El traidor no merece comprensión, apenas repudio; asco, mejor. La traición es "basura". Excipiente de lo más detestable de lo humano. Una sociedad que tolera la traición, se convierte a tiempo, en complice cierta y en hipotética víctima. Quien traiciona una vez, puede hacerlo cada vez, toda vez. Un traidor tolerado es un traidor suelto que no dejará de traicionar. ES UN ENEMIGO PÚBLICO! La sociedad de los traidores "vivos" termina aceptando como norma que la traición también es un modo. Y reparte cuchillos entre sus miembros en igual proporción a las espaldas posibles de apuñalar (sin importar que esas espaldas sean de quien sean NIÑOS-AS, mujeres). Los ojos del traidor son ojos muertos. Se arrastran con la mirada más baja que la frente. La verguenza es su sino. Ya andan con ella como un pecado inconfesable. Nadie celebra las traiciones. Los traidores saben que el secreto de su pecado es su escudo, su impune parapeto. Saben que en ningun lugar encontrarán brazos abiertos. Los ojos del traidor son un cielo de plomo donde solo se refleja el asco de su conciencia amordazada. Los ojos del traidor sólo ven sombras y arrastran sus manos tintas de sangre negra. MANOS SUCIAS POR LA TRAICIÓN CONSUMADA!!!! Hoy como ayer la traición paga, aunque en igual proporción NO PAGUEN LOS TRAIDORES (Nada es suficiente como "pago" para ciertas traiciones). Para los traidores (del tipo de los que estoy pensando), de Otros es el martirio!! ´ Las manos sucias de la traición pueden alguna vez ahorcar a su dueño. Pero muuchas veces son manos que saludan, acarician, mandan, señalan, se persignan, celebran... "Los traidores tienen la mirada blanda" escribí alguna vez, contemplando las cicatrices que algunas traiciones dejaron en mi vida. Es ardua la traición. DEJA OSCUROS ARAÑONES EN EL ALMA Y PORFIADAS LLAGAS EN LA MEMORIA. DUELE LA TRAICIÓN COMO DUELE UNA MANO AMPUTADA, COMO DUELE UN PIE MUERTO, AMARGA ES LA TRAICIÓN, VENENO CASI, AUNQUE NO MATE (a veces si puede matar). Sé que cuando la traición muerde el alma, deja la confianza mutilada en la mitad de la marcha. Entonces sobreviene un derrumbe vital que congela la sangre, oscurece el horizonte del presente confunde los latidos del futuro. Sé entonces hay que endurecer la sangre hasta cicatrizar el alma. HAY QUE BUSCAR EN DONDE QUIERA QUE ESTE EL CORAJE NECESARIO PARA QUE NO GERMINE LA GRAMILLA DE LA RENDICIÓN. Sé que aún quebrados los pies, es necesario creer en el camino que aún no se ha recorrido. Sé que aun en el fondo del abismo hay que creer que más arriba brilla el sol.
... Y si alguna vez, cosa probable, en la misma vereda de una ciudad, en algun camino, el destino nos cruza con el traidor, de algo podemos estar seguros: Sus ojos mirarán hacia abajo. No olvidemos que los traidores tienen la mirada blanda.

Elio Aprile